“Lauti Pisón, un talento de El Biguá que empieza a pisar fuerte en Córdoba

Ya entrena con la Primera de Racing de Córdoba, ciudad a la que fue a estudiar. Acá nos cuenta su pasión por el básquet y recuerda los comienzos en El Biaguá.

 

Lautaro Pisón es neuquino y tiene 18 años. Desde los 11 que juega al Básquet en El Biguá. Un poco porque le quedaba cerca de casa, otro tanto porque sus papás eran socios, Lauti comenzó a hacer del club un lugar donde compartir con amigos, la familia y hacer deporte.

Había practicado otras disciplinas hasta que un día probó con Básquet y comenzó su amor por la pelota naranja. En sus inicios, jugó en la categoría U13 y cuando tuvo la edad suficiente, terminó formando parte del equipo de Primera de nuestro club.

“El Biguá me gustó siempre porque es muy familiar. Arranqué en Básquet y después mi viejo se metió también para ayudar en el club. Y así se fue armando un grupo lindo de papás y compañeros donde nos quedábamos los viernes a hacer asados y estábamos todo el día en el club. Fui creciendo ahí”.

 

Rumbo a Córdoba

El año pasado, como tantos otros chicos al terminar la secundaria, Lauti decidió irse a estudiar a Córdoba. Su pasión es la Ingeniería Industrial. Y allá fue. Pero Lauti no sólo tenía el estudio en su horizonte, también se debatía entre seguir jugando la Básquet o no. Pero la duda tomó forma de certeza cuando en abril recibió el llamado del entrenador Racing de Córdoba convocándolo para sumarse al equipo U19 de esa institución.

“Un entrenador de este club de Córdoba me contactó a través de un jugador de Primera, que antes jugaba en un equipo de nuestra región, en Petrolero. También conocía al ´Pome´ (entrenador de Básquet de nuestro club) y, por medio de él me llamaron para ver si me quería sumar”, contó Lauti.

Así, comenzó a entrenar con el equipo U19 y también con la Primera de Racing de Córdoba. “Más que nada en mi categoría no tenían a un base bien definido y por eso siempre en los partidos juego la mayor cantidad de tiempo”, explica sobre su rol en el equipo cordobés.

Y asegura que fue a Córdoba a estudiar pero que el Básquet es un gran complemento en su vida y que no lo dejaría por nada. De hecho, cuenta que viaja 40 minutos de ida y 40 de vuelta para llegar a entrenar, a diferencia de cuando estaba acá en El Biguá y se soñaba jugando en Primera mientras caminaba las 10 cuadras que lo separaban del club que lo vio nacer.