Con una placa con su nombre, recordamos a nuestro compañero que ya no está con nosotros y que extrañamos mucho.

 

Durante la pandemia, Jesús se enfermó y no pudo superar el coronavirus. Su partida nos dejó a todos en shock y con el corazón roto. Tenía mucho por vivir. Jamás imaginamos tener que despedirlo así. Venir a trabajar a diario sin su compañía fue muy doloroso. 

 

 

A dos años de su partida, renovamos las energías y nuestra Administración volvió a su ritmo habitual, aún con su ausencia que nos conmueve a diario. Pero, gratamente, aun sentimos su presencia, repleta de buenos recuerdos y agradecimiento por su lealtad y su entereza. 

Jesús trabajó en el club más de 8 años. Realizaba tareas de recepcionista y de atención al público con una destacable amabilidad y predisposición . No sólo era un gran compañero de trabajo, también era un buen amigo y daba lo mejor en todo lo que hacía.

 

 

Desde su partida, sabemos que nuestra oficina no volverá a ser la misma sin él pero recordarlo nos da mucha fuerza y nos alenta para seguir. Y, para homenajearlo por lo grande que fue, por iniciativa de todos sus compañeros, se colocó una placa en su honor en una de las plazas del ingreso de #nuestroclub, al costado de nuestras oficinas.

Este merecido reconocimiento a Jesús Mamani nos llena de orgullo porque el era de las personas más queridas de nuestra institución, no solo por sus compañeros, sino también por todos los socios que, aun hoy, siguen valorando y recordando su amabilidad y calidez.

 

 

Jesús, siempre está con nosotros.