La Escuela de Escalada de nuestro club inauguró un nuevo muro que fue construido con la ayuda y colaboración de toda la comunidad de escaladores. Conocé aquí la historia de este deporte en nuestro club.

 

La historia del muro de escalada de nuestro club es una historia de esfuerzo y comunidad. Desde sus inicios en 2016, el muro ha sido un símbolo de perseverancia, trabajo comunitario y crecimiento constante.

En aquel momento, Lucas Wesner y Facundo Silva, los profesores que lideran la Escuela de Escalada de nuestro club, comenzaron a pensar la forma de hacer posible un sueño compartido: brindar a los escaladores de la zona un espacio propio para practicar y perfeccionar su disciplina.

Hoy, nuestra escuela nuclea a más de 180 alumnos y escaladores aficionados, y es un semillero de talento y deportistas de esta disciplina.

 

 

Los primeros pasos

El muro de escalada de nuestro club comenzó a gestarse en 2016, cuando después de buscar en varios clubes, Lucas y Facundo recibieron la noticia de que podían realizar su proyecto en El Biguá. “Luego de recibir esa noticia, estuvimos todo ese año acopiando materiales como caños, tomas y fenólicos para poder construir el proyecto. El club puso a nuestra disposición un soldador para soldar los primeros cuatro muros con los que comenzamos, y luego nosotros tomamos la posta para que la escuela siga creciendo según nuestras posibilidades”, comenta Lucas.

Así, con pocos recursos, pero con la convicción de que el camino era el correcto, los profes comenzaron a recolectar materiales y, con la ayuda del club, levantaron las primeras cuatro paredes del muro, literal.

 

 

 

La pequeña estructura inicial levantada fue impulsando aun más la pasión y las ganas de hacer crecer este deporte. Sin embargo, dos años después, en 2018, llegó una noticia que frenaría temporalmente el crecimiento de la escuela, y también de todo el club: debían desmontar todo el muro para mudarse a otra parte del predio, debido a las obras del Arroyo Durán.

El muro, que en ese momento funcionaba bajo una lona, se desmanteló y los profesores, junto con su equipo de alumnos y colaboradores, pasaron todo un verano reconstruyéndolo en su nueva (y actual) ubicación. Por su parte, el club también aporto su ayuda con la estructura para la lona. Para marzo de 2019, y aunque aún bajo la lona, el muro ya estaba nuevamente operativo.

 

 

 

El sueño del espacio propio

Ese mismo verano de 2019, Darío Yanse, quién era en aquel momento, miembro de la Comisión Directiva del club, se acercó con una propuesta que cambiaría el futuro de la escuela: construir una estructura de hierro y chapa, con más solidez, como un pequeño gimnasio. Este proyecto permitiría ampliar el muro y ofrecer mejores instalaciones para los escaladores.

“Ese verano tuvimos que desarmar los colchones para preservarlos y luego de que terminaran la estructura, paredes y techos, comenzó nuestro trabajo. Ahí aprovechamos para agrandar el muro y realizar terminaciones pendientes”, explicó Facu.

De esta forma, nuevamente el equipo de Escalada se puso a trabajar contrarreloj y, en marzo de 2020, el muro ampliado fue inaugurado, apenas unas semanas antes de que la pandemia cerrara todas las actividades.

 

 

 

 

A pesar de los desafíos que trajo la pandemia, la escuela de escalada no dejó de crecer. En febrero de 2021, pintaron todos los muros. Y ese mismo año se construyó e inauguró un muro exterior. Esto permitió a los escaladores disfrutar del aire libre y el patio, durante gran parte del año.

Y sobre cómo todo esto fue posible, Facu menciona: “Nos ayuda la gente de siempre. Nuestra comunidad escaladora. Por suerte somos muchos y siempre que hacemos alguna convocatoria para trabajar, alguien se acerca”.

 

 

 

El nuevo muro

El 2024 es un nuevo hito para la Escuela de Escalada de El Biguá. En un proyecto liderado por los propios profesores y alumnos, se construyó un nuevo muro interior, completamente de madera. Fue inaugurado hace apenas un mes, en el marco de la emocionante Maratón de Boulder para la categoría mayores.

Esa nueva estructura permitió que la escuela de nuestro club alcanzara los 140 metros cuadrados de superficie escalable (contando las palestras y el muro exterior). Y simboliza el esfuerzo colectivo que caracteriza a la familia de El Biguá.

Profesores y alumnos dedicaron fines de semana enteros a trabajar, codo a codo, para levantar este nuevo espacio vertical que no solo permite organizar eventos y torneos, también mejora la experiencia de los escaladores, especialmente la de los principiantes.

Y, nos da un plus de orgullo saber que esta obra fue financiada en gran parte por eventos organizados por la comunidad escaladora, además de donaciones y matrículas de los participantes.

 

Un espacio para todos

La Escuela de Escalada del Club El Biguá ha demostrado ser mucho más que un lugar para practicar deporte. También es un espacio para socializar, donde la comunidad se reúne, trabaja en equipo y comparte una pasión común. Y el crecimiento de nuestra Escuela es un claro reflejo del esfuerzo colectivo, la dedicación y el amor por el deporte que une a toda nuestra comunidad.

Hoy, después de casi una década de trabajo y expansión, es un orgullo de nuestro club este espacio de excelencia para escaladores de todas las edades y niveles.

Si te interesa conocer más sobre este deporte o sumarte a una clase de prueba, debés contactar a los profes aquí. “Es una disciplina atrapante que desafía y nos invita a superarnos constantemente”, asegura Lucas para cerrar.