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El libro de nuestro club

"Orígenes del Club Neuquino El Biguá" es obra de la escritora (y socia vitalicia) Carolina N. Valdés, que relata la historia de cómo los primeros pescadores que visitaban las costas del Limay en busca de la buena pesca, fueron dando vida y forma a lo que es el primer club de Neuquén sobre el brazo del Limay.

Fue allá por 1947. “Sobre ese canal del río, coincidían cuatro pescadores. Dos eran comerciantes y los otros empleados, pero todos extranjeros. Coincidían porque no es que se ponían de acuerdo, sino que llegaba el sábado y si estaba lindo, se juntaban naturalmente ahí a la mejor hora para la pesca, una hora que no había ruido, que ya no había gente por ahí”, detalla Carolina.

La historia que reconstruyó esta escritora cuenta que, además de la pesca, había otro factor que unía a estos hombres. Como la mayoría eran extranjeros, el sentimiento de unión y de saber que no estaban solos fuera de su país, generaba empatía extra.

“Luego de muchos encuentros espontáneos, estos pescadores empezaron a convocar a sus hijos, nietos y conocidos para ir a pescar. Así, surgió la idea de entrenar para competir con otros pescadores de ciudades cercanas y, en una ocasión, viajaron a la ciudad de Santa Fe donde hay un gran concurso de pesca y allá fueron, ya como representantes del Club Deportivo de Pesca el Biguá”, asegura.

Al poco tiempo ya eran 60, luego cientos y se seguían sumando muchos jóvenes que querían competir en la pesca. Además, como el verano era muy caluroso, la gente buscaba lugares frescos donde pasar el día y ese tramo de la costa era ideal.

“Como ya eran muchos, se agregó la parte social del Club. Se construyó el salón chico, que quedaba donde está ahora el quincho 2, pasando el canal. Ese primer salón done podían reunirse les trajo más gente”, relata la escritora. Pero el agua, cada tanto inundaba todo el predio. Entonces también empezaron a hacer la orilla y los trabajos para ambientar la costa porque era todo muy silvestre.

Para ese entonces, también se empezaban a sumar otros clubes sobre esa misma costa. Pero, asegura Carolina, “El Biguá fue el primer club ubicado en esa mano del río Limay”.

Hoy, además de ser pionero en la historia de la pesca local, el Club logró generar un gran sentido de pertenencia entre sus Socios.

Es un lugar de encuentro para el deporte y la vida social que hace muchos años reúne a más de 300 familias de Neuquén y Cipolletti.

Si querés saber más sobre la historia de nuestro club, podés conseguir tu ejemplar del libro “Orígenes del Club Neuquino El Biguá” en nuestra Administración.

Poema al río limay de Carolina Valdés

Limay río
Ondulado río,
de arqueada estirpe sana
tan rico en la vida
me acunas en brazos
verdosos, maternos.
Ondulado río,
que tapo por años
las coloridas hojas
que distrajo el tiempo
y dilató mis horas.
Ondulado río,
de impredecible cauce
como el pensamiento,
ventilas mi sangre
por eso me entrego.
Me tienes por años,
sentada vistosa a tu lado
y en vuelos certeros,
como el Biguá testigo.
Ondulado río.

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